Los carceleros de la cárcel de Zaballa están realizando una huelga encubierta. Es decir, en lugar de convocar huelga están cogiendo bajas y, alegando que no tienen personal suficiente, están dejando de desempeñar algunas de las funciones necesarias para cubrir las necesidades de los presos.
Por ello, en las últimas semanas están manteniendo a los presos sin actividades y sin salir del módulo. En algunos casos también han perdido las comunicaciones que tenían previstas.
La cárcel no sólo es un medio para eliminar de la calle a todo aquel que no entra en los parámetros de la sociedad burguesa a causa de la exclusión y la miseria, sino que es una de las herramientas más importantes para proteger los beneficios de los poderosos, y los carceleros, que no son más que unos parásitos, están pidiendo unas migas de pan más a cambio de esa función de criado que cumplen, aunque sea a costa de los más indefensos.
Tinko quiere solidarizarse con los presos que están sufriendo esta situación y denunciar que una vez más los secuestradores están atacando los derechos más elementales de los presos en beneficio de sus intereses particulares, así como la dejación que hace la administración pública. ¡También en las cárceles de Euskal Herria sigue la represión!