El día 12 de octubre es una fecha en la que lo más rancio del Estado español, lo más casposo y lo más reaccionario celebra, mediante desfiles militares, la imposición, la conquista, la colonización, la opresión y el exterminio de cientos de pueblos que se han visto masacrados o esclavizados en nombre de la civilización y la religión católica.
Esta imposición política, cultural y militar del imperialismo español no se ha limitado a reprimir todas las aspiraciones democráticas allí donde ha puesto su bota fuera de su territorio, sino que también lo ha impuesto a su propio pueblo, donde la clase obrera española también sufre en sus propias carnes la explotación y la represión que le impone mediante la fuerza un Estado que actualmente mantiene en sus raíces una cultura desfasada y roñosa heredada del propio franquismo.
El día de la Hispanidad debe ser una fecha en la que el pueblo vasco, junto a otros muchos pueblos hermanos que continúan bajo la opresión y la explotación del Estado español, debería estrechar los más sinceros lazos internacionalistas para hacer de este día un día de lucha que ponga en primer plano el reconocimiento a los propios héroes de la clase obrera que han sufrido o que sufren en sus propias carnes la represión más despiadada, es decir, a todos los caídos en lucha y a los presos políticos que se encuentran actualmente secuestrados.
Hagamos de este día un día de lucha por la amnistía total, contra la opresión nacional, contra la explotación capitalista, contra las leyes represivas y contra las fuerzas policiales y de ocupación. Mandemos al basurero de la historia al Estado imperialista español.