Este año coinciden el Día Internacional de los Presos Políticos y el Aberri Eguna. En el día de hoy Tinko quiere expresar lo siguiente:
La militancia política y la represión son las dos caras de la misma moneda. Mientras los movimientos revolucionarios trabajan para revertir de raíz la situación, las clases dominantes emplean una violencia desmedida para mantener intacta la situación de opresión y explotación, utilizando para ello el medio que más les convenga en cada momento.
En el caso de Euskal Herria, la burguesía y la oligarquía ejercen la represión a través de los Estados francés y español, unas veces de forma legal y otras de forma ilegal, pero siempre sin ningún tipo de legitimidad, porque el único objetivo de esa represión es seguir viviendo a las mil maravillas a costa del sufrimiento de la clase trabajadora, que somos la mayoría.
Frente a esto son miles los militantes políticos que se han rebelado en Euskal Herria y muchos de ellos los que han acabado en la cárcel, en el exilio, en la deportación o muertos. Por ello, es obligación de cualquier movimiento revolucionario reivindicar la amnistía total y seguir luchando para conseguirla.
Hace tiempo que los siervos de la burguesía se dedicaron a robar su condición política a los militantes más comprometidos, negando la condición de presos políticos a los militantes que han ejercido la violencia. Sin embargo, esta afirmación tiene como verdadera finalidad manchar el nombre de todo aquel que se rebele contra el orden establecido y facilitar la represión en su contra. Necesitan un pueblo dócil, sin capacidad para revertir la situación ante los abusos de los señoritos.
Lo que da carácter político al preso no es que haya actuado dentro de las normas, ni que haya rechazado la violencia revolucionaria. Si eso fuera así, ningún militante sería político, porque según la legislación del sistema que combate siempre estará en la ilegalidad.
Lo que da carácter político al preso es haber luchado por los derechos colectivos y no la forma de lucha que ha utilizado para ello. Las distinciones en base a la forma de lucha buscan perpetuar la opresión y justificar la tendencia autoritaria y fascista que se está llevando a cabo en los Estados llamados occidentales.
En el caso de Euskal Herria llevamos décadas luchando por garantizar las libertades civiles, políticas, sociales, económicas y culturales, y en ese proceso no podemos olvidar a los militantes que han acabado en la cárcel por dedicarse con mayor generosidad a la lucha por estos valores. Hablamos de militantes políticos represaliados que continúan demostrando una dignidad insuperable en los momentos más difíciles de la represión y que continúan firmes ante los diferentes chantajes del enemigo.
La defensa de la amnistía total es una reivindicación integral que va mucho más allá de la libertad de los presos, deportados, refugiados y quienes están en la clandestinidad. La amnistía total es la superación de las razones que empujaron a estas personas a luchar. Eso tiene que pasar por la creación del Estado vasco, pero no de cualquier estado.
No tendría sentido la creación de un estado que reprodujera opresiones similares a las anteriores y defendiera los intereses de las élites de siempre. Necesitamos un Estado que impulse la superación de todas las opresiones, que haga su aportación internacionalista en la abolición de las clases, y eso es el Estado Socialista Vasco. Hasta conseguir esto seguiremos haciendo nuestra aportación combatiendo la represión.
¡Dignidad, solidaridad, lucha y amnistía total en la defensa de los militantes políticos!