Hoy es el 12 de octubre, y por un año más, la clase política más reaccionaria del Estado español celebra, mediante desfiles militares, la imposición, conquista, colonización, opresión y exterminio de cientos de pueblos a los que masacró y esclavizó en nombre de la civilización y la religión católica. Esta clase reaccionaria rige desde el franquismo con el apoyo y el aval de toda la oposición de izquierdas que se vendió en el estado español a partir de la «transición», y que sigue junto con el apoyo, las garantías y el visto bueno de todos los partidos, coaliciones o movimientos políticos españoles y tanto de centro-derecha como de izquierda vascos, integrados en el sistema.
Esta imposición política, cultural y militar del imperialismo español supone una imposición no sólo para todas las aspiraciones democráticas de los demás pueblos, sino también para aquellos que son sus propios ciudadanos. Porque hoy la clase obrera española sufre la explotación y represión que se le impone con fuerza bajo un Estado que mantiene en sus raíces una cultura desfasada y oxidada heredada del franquismo.
En el día de la Hispanidad, Euskal Herria, junto con otros muchos pueblos hermanos y hermanas que siguen bajo la opresión y explotación del Estado español, debería estrechar los lazos internacionalistas más sinceros. Hoy debe ser un día de lucha que ponga en primer plano a todos los militantes revolucionarios de la clase obrera, caídos, héroes, gudaris y combatientes, así como a todos los presos políticos que hoy tienen secuestrados.
Convirtamos este día en un día de lucha por la amnistía total, contra la opresión nacional, la explotación capitalista, las leyes represivas y las fuerzas policiales y de ocupación. Enviemos al Estado imperialista español al vertedero de la historia.
Para terminar, en este nuevo ciclo político sin lucha armada, en tiempos en los que el monopolio de la violencia sigue en manos de los estados, la Policía Nacional española y la Guardia Civil están llevando a cabo exhibiciones de fuerza en las calles de Euskal Herria, como el repugnante desfile de estos últimos hoy en Gasteiz.
Los polícias y militares de diferentes colores, todos ellos torturadores y asesinos: españoles, franceses, de la OTAN, y de la policía cipaya Ertzaintza y Foral, son enemigos de los pueblos y de la clase obrera que quieren ser libres. Es nuestra obligación, hoy y una vez más, señalarles y organizar la solidaridad y enfrentarnos todos juntos ante esa brutal represión que provocan.
Porque Euskal Herria y la clase obrera tienen que vivir, porque luchar es legítimo, frente a la hispanidad y la barbarie capitalista: Borroka da bide bakarra!