Este año se cumplen diez años de la aprobación de la llamada «Ley Mordaza», bajo el gobierno del Partido Popular que de hecho fue aprobada en España bajo el nombre de Ley Orgánica de Protección de la Seguridad Ciudadana.
Sin embargo, desde el principio se denominó «Ley Mordaza» y se denomina así porque limita la libertad de expresión, reunión y manifestación, entre otras muchas cosas, tanto para los agentes políticos de derechos humanos como de izquierda, ya que impone importantes sanciones administrativas por unos comportamientos que antes se consideraban parte del derecho a manifestarse.
Si esto no fuera poco, ha aumentado enormemente la impunidad y el poder de la policía. Así, han sido varios los abusos cometidos por las Fuerzas de Seguridad bajo el pretexto de la Ley Mordaza, así como las multas abusivas impuestas arbitrariamente por todos ellos sin ninguna prueba fija.
Además, esta ley es administrativa y tiene como objetivo ahogar económicamente a militantes y agentes políticos mientras dotan de dinero al Estado burgués.
Las multas son administrativas y, teniendo en cuenta la elevada cantidad de dinero de algunos de ellos, suponen estar pagando durante años y alargar el calvario durante varios años.
Según los datos de la revista Arteka[3] del portal Gedar «desde su entrada en vigor en julio de 2015 hasta el 31 de diciembre de 2019, se impusieron 1.009.729 multas a través de esta normativa por un importe total de 563,3 millones de euros, siempre según los datos facilitados por el Ministerio del Interior del Estado español. Pero en estos datos no constan las multas impuestas por la Ertzaintza, la Policía Foral o los Mossos d ‘Esquadra.»
Además, como dice el mismo artículo «En el mismo periodo de tiempo, en Hego Euskal Herria se impusieron más de 29.000 sanciones en aplicación de la Ley Mordaza. Entre ellos, unos 8.000 estarían vinculados a los derechos sociales y políticos, es decir, a la juventud organizada.”
Según el mismo artículo, «durante los primeros 100 días del estado de alarma, el número de sanciones en el Estado español aumentó un 42% respecto a los tres primeros años y medio de la entrada en vigor de la Ley Mordaza. En total, se pusieron 1,2 millones de multas en este tramo del estado de alarma. Asimismo, se han impuesto cerca de 45.000 sanciones en Hego Euskal Herria y 464 detenciones en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa. »
Claro que no todas las multas en el estado de alarma están ligadas a la acción política o social, pero al final son mecanismos violentos de dominación y represión del Estado burgués para disciplinar el proletariado.
Además y por añadir más datos, según este artículo del diario 20 Minutos [4]y utilizando datos de la Plataforma contra la Criminalización Social: «En la CAV se recaudaron alrededor de 1.200.000 euros hasta 2018.»
Todas ellas fueron multas a multitud de organizaciones sociales y políticas de diversos colores y ámbitos. Los datos anteriores se han quedado un poco viejos, pero se estima que la Policía Foral y la Ertzaintza han impuesto multas económicas que rondan los 5 millones de euros entre 2015 y 2025 y, de nuevo según las estimaciones, se estima que en total han superado las 21.000 multas.
Además, en octubre de 2024, EH Bildu, a través de una reforma propuesta al gobierno del PSOE y aprobada por éste, proclamó a los cuatro vientos con arrogancia la derogación de la Ley Mordaza. No hace falta decir, una vez más, que EH Bildu nos está engañando y que la Ley Mordaza (salvo pocos cambios) aún sigue vigente y seguirá vigente. Mientras el Estado capitalista permanezca en pie siempre habrá leyes represivas contra la clase obrera y contra los movimientos sociales y políticos y, cómo no, los partidos burgueses socialdemócratas que bailan y se enriquecen en el juego del sistema son el pilar izquierdo del sistema, sostienen o apuntalan al Estado burgués y forman parte del problema, pero nunca de la solución.
No podemos terminar este artículo sin denunciar la tendencia totalitaria de los últimos años de los Estados capitalistas. Durante estos años en los que la Clase Obrera Revolucionaria de nuestro Euskal Herria, de Europa Occidental y del Mundo en general está a la deriva sin su ejemplo revolucionario, y así, los Estados capitalistas nos han impuesto, nos imponen y nos van a imponer con total impunidad estas legislaciones de excepción represivas y totalitarias.
Mientras reviven el viejo fantasma de la guerra imperialista y llenan de dinero la alianza criminal y terrorista OTAN, mientras llevan a cabo el genocidio contra el Pueblo Trabajador Palestino, militarizan las calles, las llenan de cámaras de seguridad etc. Quieren aplastar toda acción u organización revolucionaria y destrozar en todo el Mundo las ideologías o cualquier grupo, Estado u organización que esté al margen de la alianza criminal o terrorista OTAN.
Nosotros, debemos aportar a la lucha desde nuestro pequeño espacio, oponiéndonos a la Ley Mordaza y oponiéndonos al rearme de los Estados capitalistas, a la impunidad policial, a las leyes represivas, y en el fondo, a la tendencia totalitaria de los Estados capitalistas. Está en nuestras manos tejer redes contra la represión y conseguir la liberación nacional y social de Euskal Herria y la liberación universal de la Clase Obrera de todos los rincones del mundo.
Para terminar, no podemos olvidar a los militantes revolucionarios vascos reprimidos despiadadamente por los estados español y francés. Cuanto mayor es la lucha contra los Estados, mayor ha sido y será la respuesta de éstos. Por tanto, no podemos olvidar a todos los militantes políticos que han sufrido la represión por luchar con toda generosidad por la liberación nacional y social de Euskal Herria.
¡Abajo la Ley Mordaza, las leyes represivas, las fuerzas de ocupación y todas las fuerzas de seguridad de los estados capitalistas en general! ¡Amnistía total!